Un equipo de investigadores de la Universidad de Yamagata ha desarrollado un sensor de frescura en forma de una película de plástico que puede detectar en qué momento el pescado y carnes han comenzado a descomponerse.
El sensor funciona mediante la detección de histamina, la cual se acumula en los aliementos cuando las bacterias comienzan la descomposición de los aminoácidos que forman las proteínas y pueden causar síntomas de envenenamiento por ingestión del alimento, incluso en pequeñas cantidades.
Aunque ya existen en el mercado dispositivos disponibles para la detección de histamina en alimentos, estos artilugios son grandes y complicados de manipular. Por el contrario, el nuevo sensor funciona simplemente mediante la colocación de la película sensor sobre el pescado u otros alimentos para calcular el contenido de histamina. El objetivo es tener un prototipo viable comercialmente listo en tres años así como idear una película sensor que pueda monitorizar el estado de madurez de los alimentos.
Para desarrollar el sensor, el profesor Shizuo Tokito, Director del Research Center for Organic Electronics de la Universidad Yamagata, y su equipo de expertos en la detección de compuestos mediante sensores electrónicos, imprimieron un material eléctricamente conductor en una película plástica que incorporaba el circuito. El equipo de Tokito está desarrollando actualmente el sensor de frescura para ser testado en comercios alimentarios pero ya se ha desarrollado una versión lo suficientemente delgada para ser utilizada como una envoltura alimentaria, de manera que la frescura de los alimentos podría ser monitorizada constantemente. Los investigadores también planean integrar circuitos inalámbrica en la película sensor de manera que la frescura de los alimentos se pudiera controlar con dispositivos como los teléfonos inteligentes.
Científicos del MIT han trabajado también en un sensor de bajo costo y portátil que puede detectar gases emitidos por la carne podrida. Desarrollado por Timothy Swager, el profesor de Química en el MIT John D. MacArthur y la investigadora Sophie Liu, el dispositivo fue uno entre muchos dispositivos de nanotubos de carbono que el laboratorio ha desarrollado, entre ellos uno que detecta el estado de madurez de la fruta.
El dispositivo del MIT funciona según el principio de que los nanotubos de carbono pueden ser modificados químicamente de manera que su capacidad de llevar una corriente eléctrica se modifica en presencia de un gas en particular. El sensor se probó en cuatro tipos de carne: carne de cerdo, pollo, bacalao y salmón. Encontraron que cuando se refrigera, los cuatro tipos mantienen su frescura durante 4 días momento a partir del cual su calidad higiénica comienza a decaer a diferentes velocidades.
Científicos del MIT han trabajado también en un sensor de bajo costo y portátil que puede detectar gases emitidos por la carne podrida. Desarrollado por Timothy Swager, el profesor de Química en el MIT John D. MacArthur y la investigadora Sophie Liu, el dispositivo fue uno entre muchos dispositivos de nanotubos de carbono que el laboratorio ha desarrollado, entre ellos uno que detecta el estado de madurez de la fruta.
El dispositivo del MIT funciona según el principio de que los nanotubos de carbono pueden ser modificados químicamente de manera que su capacidad de llevar una corriente eléctrica se modifica en presencia de un gas en particular. El sensor se probó en cuatro tipos de carne: carne de cerdo, pollo, bacalao y salmón. Encontraron que cuando se refrigera, los cuatro tipos mantienen su frescura durante 4 días momento a partir del cual su calidad higiénica comienza a decaer a diferentes velocidades.
- Nikkei Tech Science
- Research Center for Organic Electronics, Yamagata University
- Instituto Tecnológico de Massachusett (Cambridge)
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